Le mille e una Ipazia
Ricreare la figura di Ipazia di Alessandria richiede, più di altri personaggi della storia, di collocarsi davanti a essa. Deve essere così, poiché il suo ruolo è rilevante: le fonti specifiche su Ipazia sono poche e indirette, la maggior parte furono scritte secoli dopo la sua morte e le relative interpretazioni si muovono nel campo dell’opinabile e sono state spesso apertamente falsificate affinché servissero come argomento per determinati interessi. Sono stati pubblicati ultimamente molti libri su Ipazia, ma forse mancava guardarla con altri occhi, quelli dell’introspezione soggettiva, del confronto, dello scetticismo e principalmente quelli della non singolarità.
Di Ipazie ce ne possono essere molte, perché ciò che la definisce non sono le caratteristiche singolari e aneddotiche, che sarebbe legittimo mettere in quarantena, bensì le altre, quelle che l’hanno fatta diventare un paradigma. La figura di Ipazia si analizza da quattro punti di vista: la cultura greca, il contesto storico nel quale ha trascorso la sua vita, il suo ruolo di scienziata, insegnante e donna e la forma in cui la sua figura è stata percepita in epoche differenti e da persone diverse. La via scelta, però, non è quella dell’erudizione ma quella dell’analisi che nasce spesso dalla discussione. Le autrici hanno trasferito nel libro le loro discussioni su Ipazia fra di loro o con terzi, il loro disaccordo, le loro letture, le loro interpretazioni, i loro dubbi e le loro certezze. Perché entrambe si erano già create un’idea su Ipazia. A volte quelle idee non coincidevano e non c’è forma migliore per veicolare una discussione che il dialogo, uno stratagemma filosofico vecchio come il tempo.
Per la lettura del libro bisogna stare davanti a esso, immergendosi nel dialogo come un personaggio in più o aspettando che questo dia i suoi frutti; è stato così dai tempi di Platone. La struttura romanzata del testo ha come scopo che i differenti personaggi, tutti fittizi, che analizzano la figura di Ipazia e le differenti situazioni anch’esse inventate, contribuiscano alla discussione con elementi di giudizio, esempi riconoscibili e punti di vista. Affinché da questa dialettica e dalla gamma di visioni alle volte contrapposte, venga fuori la luce.
Per approfondire:
• Xaro Nomdedeu Moreno e María J. Rivera, “Las mil y una Hipatias”, Nivola (“Colección La Matemática en sus personajes”)
Traduzione a cura della professoressa Clara Elizabeth Báez
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Artículo en español
Recrear la figura de Hipatia de Alejandría requiere, más que con otros personajes de la historia, posicionarse frente a ella. Debe ser así, puesto que su papel es muy relevante: las fuentes específicas sobre Hipatia son pocas, indirectas, la mayoría fueron escritas siglos después de su muerte, están sometidas a interpretaciones que se mueven en el terreno de lo opinable y a menudo han sido abiertamente falseadas para que sirvieran de argumento a determinados intereses. En “Las mil y una Hipatias” las autoras han optado por una vía crítica, en la que todo puede ponerse en entredicho menos las cartas de Sinesio, el sentido común y poco más. Han aparecido muchos libros sobre Hipatia en los últimos tiempos, pero quizás faltaba mirarla con otros ojos, los de la introspección subjetiva, los de la comparación, los del escepticismo, y sobre todo los de la no singularidad. Hipatias puede haber muchas, porque lo que la define no son unas características singulares y anecdóticas a las que es legítimo poner en cuarentena, sino las otras, las que la han convertido en un paradigma. La figura de Hipatia se analiza desde cuatro puntos de vista: la cultura griega, el contexto histórico en que transcurrió su vida, su papel como científica, maestra y mujer, y la forma en que su figura ha sido percibida en épocas distintas y por personas distintas. Pero la vía elegida no es la de la erudición sino la del análisis. Y ese análisis procede a menudo de la discusión. Las autoras han trasladado al libro sus discusiones sobre Hipatia entre ellas o con terceras personas, sus desacuerdos, sus lecturas, sus interpretaciones, sus dudas y sus certezas. Porque las dos tenían una idea formada sobre Hipatia, y a veces esas ideas no coincidían. Y no hay mejor forma de vehicular una discusión que el diálogo, un recurso filosófico tan viejo como el tiempo. La lectura requiere situarse frente al libro metiéndose también en el diálogo como un personaje más o esperando a que éste fructifique, eso ha sido así desde Platón. La estructura novelada del texto tiene por función que los distintos personajes, ficticios todos, que analizan la figura de Hipatia, y las distintas situaciones inventadas también, aporten a la discusión elementos de juicio, ejemplos reconocibles, puntos de vista. Y que de esa dialéctica, de esa gama de visiones a veces contrapuestas, vaya saliendo alguna luz.
Xaro Nomdedeu Moreno: Profesora de matemáticas, divulgadora de astronomía, comprometida con la coeducación, ha escrito múltiples artículos sobre didáctica de las matemáticas y tratamiento de la diversidad en el aula, así como algunos libros: “Ideas para la clase de Matemáticas”, “Ritmos, matemáticas e imágenes”, “Sofía. La lucha por saber de una mujer rusa”, “Nuestros aromas!” y ahora acaba de publicar “Las mil y una Hipatias”.
María J. Rivera es Doctora en Matemáticas por la Universidad de Valencia y Catedrática del Matemáticas de la Universidad Politécnica de Valencia. Autora de medio centenar de artículos de investigación en el área de Análisis Funcional, ha participado en otros tantos congresos internacionales y en diversos proyectos de investigación del Plan Nacional I+D. En la actualidad forma parte de un equipo interdisciplinar formado por médicos, ingenieros y matemáticos y del proyecto empresarial Apeiron galardonado con el Premio Valencia Emprende 2010. Se confiesa escritora vocacional de carrera reciente y muchas veces aplazada, por haber tenido que atender a las exigencias de la carrera académica. Ha publicado cuentos en libros colectivos y artículos de divulgación matemática, el último en Mat2 en torno al cuento “Los Siete Mensajeros” de Dino Buzzati. Se considera sobre todo novelista. Y lo más relevante ha sido quedar finalista del X Premio Fernando Quiñones de Novela con el relato “Harmattan”, que fue publicado por Alianza Editorial.
Xaro Nomdedeu